miércoles, 24 de junio de 2009

Tiempo de Prueba

¡No he querido detenerte!
en realidad, no he podido,
cuando al aike tú llegaste
todo un pueblo fue testigo
de tu inmensa obseción
por quedarte con lo mio
terminó con la ilusión
y truncaste los caminos.

¡Ya no estoy!, ¡ya me he ido!
¡Ya no pinto pedrerios!
solo observo desde lejos
como jugaste conmigo.
Con mi tierra te quedaste,
¡Tú tenías poderíos!,
a mi sangre la embalsaste
y secaste a mis ríos,
ahora espero ése día
cuando tu egoísmo muera...
volver y recorrer
desde el mar a la cordillera.

Oprimiste a mi pueblo,
y no lograste secar sus frutos
ahora...¡dáme lo que es mio!
¡También deja tu bandera!
y al Cristo del Señor
seguiré por las praderas,
pero tú...¡mejor véte!,
era...¡un tiempo de prueba!

diría eso quizás el Tehuelche, (si tubiera la oportunidad, claro), que los blancos ya tenemos que irnos, que era un tiempo de prueba el que estamos ocupando en su suelo...

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