lunes, 6 de julio de 2009

Lágrimas de hojarasca

Sonido seco,
golpe tras golpe...
acción que no da forma,
deforma...
vida de golpes,
abusando del corazón noble,
ya se fué
quien quizo derribar al poste.

Erguido,
levanta su vida;
se reconstruye,
busca una salida;
luchas divinas
ángeles y demonios
disputan al roble
sin lograr que se doble.

Veneno en la savia
recorre su tronco
resiste y se aferra
aún más a la tierra;
una y otra vez
levanta sus ramas,
enfrenta a los vientos
y tormentas del alma.

Un buen pastor
se para a su lado
lo abraza y lo llora
en su triste hora...
cae a sus pies,
acaricia sus lados,
lo observa y pienza,
¡Cuanta fortaleza!
elijo morir a su lado...