Prisionero estoy
en la cárcel de tus besos
gozando esta dicha
de haber caído preso.
Puedo irme y no quiero
escaparía muy, muy lejos,
al extremo de este mundo
pero moriría en desvelos.
Mejor cumplo la condena
y te entrego lo que tengo;
si matarme tu quisieras,
sólo...niégame tus besos.
jueves, 2 de julio de 2009
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